marzo 30, 2005

Un juego de idioma, Babel

Las reflexiones son una buena práctica que desintoxica y mantiene vivas, lúcidas y jóvenes las neuronas. Tiene también un valor agregado; las puede tirar en una reunión de amigos, póngase cómodo y escuche, si hay 10 personas va a tener 20 opiniones sin contar los matices. Va a descubrir con sorpresa, cuántos son los que más que opinar tiran una línea a ver si alguien pica.
A la hora de la comida con su familia las puede poner en la mesa, apague la TV, se le puede atragantar el pollo si ve la propaganda de papas fritas en dos variedades; “con aceite de oliva y sabor a queso manchego” y las “marinadas”. ¿Pensó en el esfuerzo de los encargados de estudio de mercado para encontrar porteños que no sólo hayan comido queso manchego sino que tengan alguna idea de que es?, alguno genial dirá: -El que comía El Quijote-, la cuestión será entonces ubicar La Mancha dentro de España. Caballeros andantes dirá otro, y ¿porque ese nombre si los que andaban eran los caballos?, ¿sería porque andaban por ahí, no venían de ninguna parte ni iban a ningún lado, andaban únicamente?.
Lo interesante de éstas papas fritas es la otra variedad, las marinadas, y ahora escuche bien: "más gruesas, conservando toda la CROCANCIA de las tradicionales”, ¿y el COMFER?, ése vigila a quien opina mal del gobierno, lo demás no le interesa, y el Ministro de educación es ministro sin ministerio, los problemas son de las provincias y ahora está ocupado con el proyecto: “Rosario, capital internacional o mundial del libro”, del DICCIONARIO Filmus, ¡eso es lo que hace falta!.
¿ Que puede esperar de esto? Descubrir con sorpresa y admiración que alguno de sus hijos le revele los secretos y las técnicas de los estudios de mercado, o quizás descubra con dolor que alguno diga: ¿El Quijote, y ese de que banda es? Pero sirve al menos para saber dónde está parado, o comenzar a sembrar en su casa la semilla de la inquietud intelectual. Para otro momento dejamos la tilinguearía de los manchegos y otras modas.
¿Se da cuenta? ¡Que formidable herramienta es el idioma!
Me acuerdo de Babel, cuando Dios para terminar con el proyecto lo único que tuvo que hacer fue confundir las lenguas, Imagínelo, el de abajo pedía un balde de mezcla y el de arriba le sacudía un ladrillo por la cabeza.
Se pudrió todo y los hombres se separaron cada uno con los de su propia lengua, cuidémosla por favor, es de las pocas cosas que nos quedan, enriquecerla si, pero inventar o importar términos cuando en castellano nos sobran es prostituir el lenguaje. Hoy yo escribo y Ud. me entiende, está de acuerdo o no pero sabe lo que digo, mañana, a éste paso no sé. Que me entienda o no, de última no me preocupa, pero a Ud. no lo va a entender nadie y eso si le va a importar.
Y si ya es difícil entendernos hablando el mismo idioma, ¿se imagina lo que puede ocurrir cuando nadie sepa que dice o quiere decir el otro?.
No vaya más “de shoping”,se llama mercado o súper, o Hiper si quiere, y eso viene desde el tiempo de los Persas, mire si dio resultado, y nunca nadie se sintió un “grasa” por decirlo, si quiere separarse de otros, hágalo pero distinguiéndose por lo mejor, no siendo mas vulgar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho, ingeniosísimo.

Anónimo dijo...

Vamos Leopoldo todavía, tus neuronas estan afinadísimas.

Anónimo dijo...

Muy ingenioso

Anónimo dijo...

Genial,con los amigos hacemos lo mismo que Viviana de San Isidro,siga así,ya es mi diario de todos los dias